Los epígrafes son códigos numéricos que identifican la actividad económica de una empresa o un profesional. Hay miles de epígrafes, agrupados en secciones y grupos, que abarcan desde la agricultura hasta la educación, pasando por la industria, el comercio o los servicios. No todos los epígrafes son igual de claros o de conocidos. Algunos resultan curiosos por su presencia o por su omisión, ya sea porque se refieren a actividades muy específicas, poco habituales o desfasadas, o porque no incluyen otras más modernas o demandadas.
En este artículo vamos a repasar algunos de estos epígrafes sorprendentes y a explicar cómo elegir el más adecuado para tu negocio.
Epígrafes curiosos por su presencia
Entre los miles de epígrafes que existen, hay algunos que llaman la atención por lo singular o lo insólito de su actividad. Por ejemplo, en la sección 2, dedicada a las actividades profesionales, artísticas, deportivas y de enseñanza, encontramos el grupo 772, que corresponde a los estenotipistas y taquimecanógrafos. Estos profesionales se encargan de transcribir discursos o conversaciones mediante un sistema abreviado de escritura. Aunque hoy en día se usan más los medios digitales, todavía hay ámbitos donde se requiere esta habilidad, como los tribunales o el Congreso de los Diputados.
Otro epígrafe curioso es el 849.2, dentro de la sección 1, que engloba las actividades empresariales. Este epígrafe se refiere a los servicios mecanográficos, taquigráficos y similares. Es decir, a las empresas que ofrecen servicios de mecanografía, taquigrafía, estenotipia, copia de documentos o traducción. Aunque pueda parecer una actividad obsoleta, lo cierto es que sigue habiendo demanda de estos servicios, sobre todo en el ámbito jurídico o administrativo.
En la misma sección 1, pero en el grupo 041.2, encontramos otro epígrafe sorprendente: el de las ponedoras de huevos a partir de cuatro meses. Este epígrafe se aplica a las explotaciones avícolas dedicadas a la producción de huevos para consumo humano. La especificación de la edad de las gallinas se debe a que es a partir de los cuatro meses cuando empiezan a poner huevos con regularidad.
También en la sección 1 hay un grupo muy detallado: el 646, que corresponde al comercio al por menor de tabacos. Dentro de este grupo hay seis subepígrafes que distinguen entre diferentes formas de venta: en expendeduría, en venta no estancada, en máquinas automáticas, en expendeduría complementaria, en extensiones transitorias y en venta por recargo. Estas modalidades responden a las distintas normativas que regulan la venta de tabaco en España, por eso es importante saber a cuál se adecua nuestro negocio.
Otro muy concreto es el 246, que se refiere a la fabricación de vidrio. Dentro de este grupo hay seis subepígrafes que diferencian entre los distintos tipos y usos del vidrio: para construcción, para envases y embalajes, para instrumentos ópticos y científicos, para fibras textiles y otros usos industriales y para artesanía y decoración.
Por último, en la sección 2 hay dos epígrafes que resultan llamativos por su naturaleza esotérica: el 881 y el 888. El primero se refiere a los astrólogos y similares, es decir, a los profesionales que se dedican a estudiar e interpretar la influencia de los astros sobre las personas y los acontecimientos. El segundo corresponde a los grafólogos, es decir, a los expertos en analizar la personalidad y el carácter de las personas a través de su escritura.
Epígrafes curiosos por su omisión
Por el contrario, hay otras actividades económicas que no tienen un epígrafe específico que las identifique, ya sea porque son muy recientes, ya que no se ajustan a ninguna de las categorías existentes o porque son muy minoritarias. En estos casos, se suele recurrir a los epígrafes genéricos o comodín, que sirven para agrupar a las actividades que no tienen un epígrafe propio.
Por ejemplo, el comercio en línea o ecommerce es una actividad muy extendida en la actualidad, pero no tiene un epígrafe específico que la defina. Por eso, se recomienda utilizar el epígrafe 665, que corresponde al comercio al por menor por correo o catálogo. Este epígrafe se aplica a las empresas que venden productos a través de medios no presenciales, como el correo postal, el teléfono o actualmente Internet.
Otro caso es el de los community managers, una profesión muy demandada en el ámbito del marketing digital y las redes sociales. Estos profesionales se encargan de gestionar la comunicación y la reputación de una marca o una empresa en Internet, creando y difundiendo contenidos, interactuando con los usuarios y analizando los resultados. Sin embargo, no hay un epígrafe que recoja esta actividad, por lo que se recomienda usar el 751, que se refiere a los profesionales de la publicidad, las relaciones públicas y similares.
El socorrido epígrafe 849.9
Pero hay casos en los que ni siquiera hay un epígrafe genérico que se adapte a la actividad económica que se quiere desarrollar. Entonces, ¿qué hacer? La solución es recurrir al epígrafe 849.9, el más socorrido de todos. Este epígrafe se encuentra en la sección 1 y tiene una descripción muy amplia: otros servicios independientes no clasificados en otras partes. Es decir, sirve para cualquier actividad empresarial que no tenga un epígrafe específico o genérico.
El epígrafe 849.9 es muy utilizado por los autónomos que realizan actividades diversas o difíciles de encuadrar en una categoría concreta. Por ejemplo, los bloggers, los youtubers, los influencers, los podcasters o los coachs suelen optar por este epígrafe para darse de alta en Hacienda y poder facturar por sus servicios.
Cómo elegir el epígrafe adecuado
Como hemos visto, hay muchos epígrafes entre los que elegir a la hora de iniciar una actividad económica. Pero, ¿cómo saber cuál es el más adecuado? Lo primero que hay que tener en cuenta es que el epígrafe debe reflejar lo más fielmente posible la actividad principal que se va a efectuar. No se trata de elegir el que más convenga por cuestiones fiscales o administrativas, sino el que mejor describa lo que se va a hacer.
Para ello, es conveniente consultar el listado oficial de epígrafes del Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE), que se puede encontrar en la página web de la Agencia Tributaria. En este listado se pueden buscar los epígrafes por palabras clave o por secciones y grupos. También se puede consultar el código CNAE (Clasificación Nacional de Actividades Económicas) asociado a cada epígrafe, que sirve para identificar la actividad económica a nivel nacional e internacional.
Si se tiene dudas sobre qué epígrafe elegir, lo mejor es consultar con un asesor fiscal o con la propia Agencia Tributaria, que puede orientar sobre el epígrafe más adecuado para cada caso. También es importante revisar periódicamente el epígrafe elegido y cambiarlo si la actividad económica cambia o se diversifica.
En definitiva, los epígrafes son una herramienta útil para clasificar las actividades económicas y facilitar su control y su tributación. Sin embargo, no siempre son fáciles de entender o de aplicar. Por eso, es fundamental conocerlos bien y elegirlos con criterio.
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