La horizontalidad es un término de moda desde que dejamos atrás la revolución industrial y entramos en la revolución digital. La era de la información nos ha traído nuevas formas de entender la propiedad intelectual, la gestión de procesos y ha echado abajo muchas barreras físicas en la comunicación. Esta nueva interrelación entre personas también ha favorecido formas alternativas de gestión empresarial, redescubrimos la gestión horizontal.
Hoy en día muchas empresas clave ya no funcionan con el clásico esquema jerárquico: jefe-empleado. El formato vertical es dinámico dependiendo de sus dirigentes, pero peca de organizar secciones y personas en funciones y objetivos estancos. En la gestión horizontal la estructura va en base a equipos y procesos. Esto se debe a que la base de estos negocios se hace sobre el flujo de información.
La información, la clave de la gestión horizontal
Por lo anterior una de las claves de la gestión horizontal es el retorno o feedback. Se trata de conseguir durante todo proceso y servicio el retorno de información sobre el mismo. Este feedback puede provenir cualquiera de los actores involucrados: desde trabajadores manuales al cliente. El objetivo es el mismo que siempre, ofrecer un servicio o producto que satisfaga al cliente con un rendimiento económico. La diferencia es que en esta forma de gestión prima la información. Aplican el funcionamiento de las redes sociales a una empresa.
Ejemplos de horizontalidad en el sector digital
Un sector como el nuestro suele ser el más abierto a cualquier tipo de innovación, incluso la empresarial. Son muchos los ejemplos de grandes empresas con organizaciones de gestión horizontal o mixta. Algunas son líderes en su especialidad: Xerox, Adobe, Google, Valve, etc.
En el caso de Valve su horizontalidad es muy famosa, puesto que los equipos se forman y separan de forma “orgánica”. Los grandes proyectos que han realizado se han hecho por votación popular. E incluso, en esta empresa que es líder en el mundo de los videojuegos, se permite que cualquier trabajador proponga un proyecto propio. Os dejamos un enlace a su “manual del empleado” seguro que os sorprenderá.
La gestión horizontal funciona en muchos modelos porque es dinámica y abierta. A veces no hace falta aplicarla por completo, pero está bien conocer ejemplos para mejorar nuestra gestión. Y es que una empresa siempre debería escuchar a sus trabajadores y usuarios.